¿POR QUÉ NEGAMOS LA REALIDAD?
- Reynaldo Piña.
- 5 jun 2016
- 2 Min. de lectura
Sin duda uno de los grandes problemas de los ciudadanos de Venezuela, y me arriesgo con generalizar al llamarlos “ciudadanos”, es la infinita capacidad de negar la realidad (algo que no tiene existencia o que carece de veracidad) y la suma tenacidad con la que anhelan la inmediatez. Digo que me arriesgo en llamarlos ciudadanos porque, un buen ciudadano participa de forma activa en la elaboración, aplicación y cumplimiento de las leyes.
Por ejemplo, por citar solo uno por cuestiones de espacio, no caen en la cuenta del régimen ominoso con el que contamos al creer que, porque llovió, ya deben eliminar el «control del flujo eléctrico» que no es más que un racionamiento, sin eufemismos. No, pues, seguirán y con más rigor este control. Veamos entonces los últimos racionamientos: cada vez racionan más horas de electricidad.
Seguimos, un estado que esperó las lluvias y hoy se estén ahogando algunos estados y «ciudades» por la incapacidad de sus inoperantes gobernantes. Aunque, mejor dicho, ni incapaces ni inoperantes: ellos saben lo que hacen.
Un estado que hunde en la desgracia a sus habitantes con el «régimen de control alimentario», ahora los CLAP, y de medicinas, pues, este estado se jacta de enviar «ayuda humanitaria» a Ecuador pero aquí, lamentablemente, cada vez las personas se alimentan menos y con una calidad digna de preocuparse. El sinónimo de alimentaciones es, pues, llevarse algo al estómago: lo que sea. Cabe destacar que esto es la mayor evidencia, enviar ayuda humanitaria, de que hay alimentos pero no les da la gana de proveerlos a sus habitantes. Porque en esa categoría los quiere y necesita: habitantes. Hoy los venezolanos no somos más que unos habitantes.
Habitantes que sueñan con tener una «dictadura buena» como la de Pérez Jiménez, unos habitantes que creen en la «capacidad de trabajo» de esta militarada totalitaria; unos habitantes que, progresivamente, se olvidan del estado de derecho, de la ciudadanía, la democracia y de que son personas, o lo peor, unos habitantes que se olvidan que son humanos. Si no, vea usted las noticias.
Negamos la realidad y anhelamos un «nuevo mesías» que arregle todo y sí es militar, entonces, mejor. Así nos va.
Venezolanos, los reyes del eufemismo. El eufemismo no elimina la realidad, la maquilla cómo lo escribiera en su cuenta de twitter quien fuera mi profesor Juan Pablo Boscán. Aquí no hay dictadura, no, hay es «falta de democracia»; aquí no hay incompetencia, no, aquí hay es «guerra económica»; y así.
Reynaldo Piña.
Profesor y locutor.
Comentarios