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UNA BREVÍSIMA RESEÑA DE LA FOTOGRAFÍA EN VENEZUELA.

  • Foto del escritor: Reynaldo Piña
    Reynaldo Piña
  • 19 ago 2016
  • 3 Min. de lectura

Escribo esto por el motivo a celebrarse hoy, 19 de agosto, el día mundial de la fotografía. Comienzo por reseñar que este día se celebra gracias a Louis Daguerre que perfeccionó la técnica (1839) de Joseph Nicéphore Niépce y desarrolló el «daguerrotipo» que es obtener una imagen sobre una superficie de plata pulida. Es por esto, pues, que el 19 de agosto fue elegido como de día mundial de la fotografía.


Sin duda alguna la fotografía es un arte, además, sin este invento no es posible recoger los millones de registros que hoy tenemos. El cine, por ejemplo, es el mejor aliado de la fotografía y es otro arte, el séptimo, para más señas. La fotografía rescata, para siempre, el momento exacto de algo que nosotros queremos, paisajes, momentos importantes, eventos, geografías, culturas… y, a través de la fotografía, podemos apreciar emociones, sentimientos y descubrir el contexto del lugar en el que fue tomada. La fotografía viene a ser uno de las invenciones más importantes de la humanidad, seguramente. De hecho, actualmente, podemos unirnos a través de las redes sociales (Instagram) y conocer diversas culturas, vivencias, geografías con una simple fotografía.


La fotografía en Venezuela tuvo un proceso lento, aunque ya para 1842 en avisos de prensa se podía leer los servicios de «daguerrotipista» de Juan Vicente González, escritor y periodista. En 1861 los hermanos Celestino y Gerónimo Martínez se dedican a la enseñanza de la fotografía en Caracas, trayendo sus equipos desde Bogotá. En 1864, Martín Tovar y Tovar junto a José Antonio Salas (padre del pintor Tiito Salas) montan un estudio fotográfico en Venezuela, llamado «Fotografía Artística.»


Es notable que a pesar de la realidad histórica de Venezuela para la época, a saber, guerras civiles, caudillismo, dictaduras… comienzan a instalarse estudios de fotografía y se retrata esa realidad del país. Además, en principios las fotografías eran solicitadas por personeros de la política, gente de estatus social o adinerados; por ejemplo, un fotógrafo, Manrique, tenía una agenda y registro fotográficos de caudillos importantes, políticos y comerciantes y hacerse una foto con él significaba prestigio para la época; hasta que se convirtió en algo más del común de la gente, se popularizó, pues.


Dicho esto, hay que rescatar la figura de Henrique Avril (1850 – 1950) quien fuera pionero de la fotografía y el reporterismo gráfico en la Venezuela del siglo XIX, fue el primer reportero gráfico de Venezuela, de hecho.


Es más, de sus 80 años de vida, 60 se los dedicó a la fotografía. Retrató a la Venezuela rural y atrasada, al campesinado, al país arrasado por la Guerra Federal. De hecho, Kari Luchony, una de las investigadoras del Trabajo de Henrique Avril refiera que «esas imágenes dejan ver los desastres y consecuencias de guerra en distintas zonas. No se ha conseguido a otro reportero que se haya involucrado en esta área», así de importante es el legado de Avril en la fotografía venezolana.


Avril fue un retratista, paisajista, documentalista, cronista y fotógrafo, antes que nada. Tanto así, que es un referente en la historia de la crónica de Venezuela en la primera mitad del siglo pasado, una crónica vista a través de sus fotos.


Su pasión por la fotografía deviene, seguramente, del bagaje cultural que acumulara en Francia, pues sus padres lo enviaron a Francia para que realizara estudios de fotografía, y por su tío Felipe que fue el fundador de la Sociedad Francesa de Fotografía (1851) y publicó sus primeras imágenes en la revista Photo – Gazell.


Una vez en Venezuela trabajó en varios diarios, en Lara (La Prensa) y también para el famoso «Cojo Ilustrado» hasta el día de su cierra. Trabajando para el Cojo Ilustrado viajó por toda Venezuela, o casi toda, retratándola.


Así, Kari Luchony asegura que «La obra de Avril va más allá de la cantidad de estampas que forman parte de su legado o de tener la certeza de quien fue el primero en aplicar la técnica fotográfica en nuestro país. Son elementos que emergen luego años de estudio, análisis y comparación con otros personajes no menos importantes que construyeron la memoria visual venezolana» y que, además, que se debe rescatar al reporterismo gráfico del presente.


Es por esto la importancia que tiene la fotografía, independientemente de lo que se retrate, tiene un valor porque desde allí podemos analizar e interpretar el contexto de la época en que se tomó esa foto.



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